Sofás y sillones de cuero…¿sí o no?
¿Estás pensando en comprarte un sofá de cuero? La primera duda que surge en ese momento es si merece la pena gastarse todo ese dinero en el sofá… pero eso solo lo puedes medir tú. Un sofá de cuero suele resultar un acierto a nivel de calidad, pero también hay que cuidarlo.
¿Quieres saber como se deben tratar los muebles de cuero? ¿Crees que resultará muy pegajoso en verano? ¿En qué fijarte a la hora de comprar sillones y sofás de cuero?
1. ¿Resulta fácil limpiar el cuero?
Esta es una de las principales ventajas de los sofás de este material, basta con pasarle un paño humedecido, y queda como nuevo (frente al sin-vivir económico de conseguir limpiar a fondo un sofá de tela).
Sin embargo, eso no quiere decir que el sofá no requiera más mantenimiento que ese. Conviene aplicarle regularmente acondicionadores de cuero para evitar que se reseque. Utiliza productos específicos, prescindiendo de aceites y jabones, que pueden cambiar el color del cuero.
2. ¿ Es un material resistente?
Depende del tipo de cuero. Los cueros de mayor calidad son muy susceptibles de sufrir arañazos y desgarros, evítalos si tienes niños pequeños o mascotas en casa. En ese caso, es mejor optar por sofás de cuero tratado, que son menos suaves, pero más baratos y más resistentes.
En todo caso, los desgarrones pueden repararse, pero sale bastante caro.
3. ¿Da mucho calor en verano?
En un principio, los asientos de cuero dan la sensación de resultar muy pegajosos en verano y muy fríos en invierno. Lo cierto es que al cabo de un par de minutos “de ajuste” se adaptan al cuerpo y dejan de dar esa sensación.
Otro caso es el tema de los sillones de vinilo o cuero falso, que debes evitar poner cerca de la calefacción o de los rayos solares, pues el tejido puede llegar a romperse.
4.¿ Cómo elegir el modelo?
Ten en cuenta que un sofá de cuero de calidad es una inversión de futuro (dura mucho tiempo y supone un desenbolso considreable), huye de diseños estrambóticos de los que puedas acabar hartándote. Lo ideal es apostar por los líneas simples y los modelos clásicos, que siempre resultan elegantes.
En cuanto al color, depende de muchos aspectos. Los tonos claros resultan muy sofisticados, pero se ensucian con más facilidad.
Para un uso continuo, es mejor elegir colores oscuros, que permanecen inmutables por más tiempo. Si el negro y el marrón te aburren puedes optar por tonos más suaves, como el gris, el verde oliva o color miel.
5. Algunos diseños atractivos
Aquí te dejo las imágenes de algunos sofás de cuero interesantes:
El de la foto de la portada es de Poles Salom
De De Sede
De Gelderland
De Klun
De Jori
De Fredericia